

Cuadro de Julio César
Julio César no fue nunca emperador, sino cónsul con el título de dictator perpetuus (dictador vitalicio).
En el 59 a.d.C fué nombrado cónsul y formó un triunvirato con Pompeyo y Craso.
Su gobierno se caracterizó por grandes campañas militares, como la de las Galias, en la que sometió a practicamente la totalidad de los pueblos celtas.
Terminada la guerra de las Galias con la batalla de Alesia y mientras organizaba la administración de la nueva provincia anexionada a Roma, supo que sus enemigos políticos trataban en Roma de despojarle de su cargo y volvió apresuradamente a Roma cruzando el Rubicón con su famosa frase "alea iacta est" (la suerte está echada). Una vez allí inició una guerra civil contra su viejo aliado y ahora enemigo Pompeyo. Sus victorias en las batallas de Farsalia, Tapso y Munda le hicieron el amo de la República. Se enfrentó a Farnaces II en Zela y a los enemigos de Cleopatra VII en Alejandría. A su regreso a Roma se otorgó el título de dictator perpetuus.
A pesar de que bajo su gobierno la República tuvo un periodo de gran prosperidad, algunos senadores vieron a César como un tirano que ambicionaba restaurar la monarquía y urdieron una conspiración con el fin de asesinarle. Entre ellos estaban personas de su confianza como Bruto y Casio y antiguos lugartenientes como Trebonio y Décimo Bruto. En los Idus de Marzo los conspiradores dieron fin a su vida apuñalándolo con sus dagas en el Senado.
Julio César también destacó como orador y escritor. Las únicas obras que se conservan son sus Comentarios de la Guerra de las Galias y Comentarios de la guerra civil.
Este cuadro de madera dorado a mano de Julio César es idóneo para decoración de salón clásico , decoración de despacho clásico y decoración de recibidor clásico.
Decoración estilo clásico
Decoración estilo imperio
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