Decoración colonial

En la decoración colonial el atractivo reside en la mezcla de culturas, que recuerda lugares exóticos.

Surgió por la forma en que los colonizadores decoraban sus casas en las colonias. Como resultado adaptaron la fabricación de sus muebles a las maderas macizas de la zona.

Las claves del estilo colonial:

El estilo colonial se caracteriza por la sensación de calidez que aporta.

Por lo general se utiliza para ello colores neutros como crema, blanco, ocre y tierra, que facilitan la combinación con otros colores más llamativos.

Una buena forma de adaptar este estilo colonial a tu hogar es con piezas elaboradas con maderas nobles como la teca y la caoba.

En cuanto a los complementos, puedes optar por elementos singulares, como este cuadro de madera que representa un rinoceronte inspirado en un grabado de Alberto Durero del siglo XVI.

La historia de este grabado:

El rinoceronte, un animal que no se había visto desde el tiempo de los romanos, llegó a Europa en 1515.

Fue un regalo del Sultán Muzafar III al gobernador de la India portuguesa y éste, a su vez, se lo regaló al rey Manuel I de Portugal.

Cuando desembarcó en Lisboa causó una gran curiosidad y expectación por contemplar a un animal considerado casi mitológico.

Ganda, que era el nombre del rinoceronte, estuvo en la casa de fieras del rey hasta que éste decidiera regalarlo al Papa León X y lo envió en un barco hacia el Vaticano.

En cada puerto en que paraba asombraba a la población, que se agolpaba para verlo.

En Marsella, incluso el rey Francisco I de Francia acudió para observar al gran coloso.

Ganda continuó su viaje hacia Roma, pero una tormenta frente a las costas de Liguria hundió el barco y por desgracia el animal murió ahogado.

Su cuerpo fue recuperado y disecado. Llegó a Roma en febrero de 1516.

Fue expuesto y retratado por numerosos pintores, entre ellos Rafael.

La historia y las descripciones de Ganda llegaron hasta Alemania y Alberto Durero, un apasionado del dibujo de animales, decidió hacer un grabado del rinoceronte aunque nunca lo hubiera visto.

Como resultado este grabado icónico fue uno de sus más famosos. Copiado durante los tres siglos siguientes y considerado como una representación fidedigna de un rinoceronte hasta el siglo XVIII.

Otros cuadros que te aportarán este estilo:

O si prefieres dar una nota de color a la estancia evocando paraísos tropicales, puedes optar por estos cuadros de loros.

Pinchando en el nombre puedes encontrar estos cuadros:

Loro amarillo y azul

Loro rojo y azul